¡Virólogos del mundo, uníos!
... que no tenéis nada que perder, excepto vuestras cadenas.
Justo ahorita que los brotes de Ébola y chikungunya están atrayendo tanto la atención del mundo, los virólogos debemos aprovechar el momento y unirnos para darle difusión a nuestro existir. Ahora que el mundo se da cuenta de la importancia de los virus, del impacto que pueden tener en la humanidad, debemos alzar la voz.
Sí, hay que decirlo de forma clara y directa: el mundo nos necesita (redoble de tambores). Explico la cadena de ideas que justifican esta afirmación:
- Una infección viral puede detenerse y/o prevenirse.
- Para ello, se requieren de medicamentos antivirales o vacunas.
- Para poder desarrollar estos fármacos, se tiene que conocer al virus.
- Un virólogo es aquel que genera estos conocimientos.
Y no hablo de alguien que trabaje en una farmacéutica enfocado en un producto que pueda sacar al mercado. No, me refiero a los virólogos y virólogas (con perdón de la santa y Real Academia de la Lengua Española) que se dedican a estudiar virus única y exclusivamente por satisfacer su curiosidad científica y producir conocimiento. Porque eso es lo que hace un investigador de ciencia básica, producir el conocimiento que luego será usado para generar un producto.
Así que la siguiente vez que vea a un virólogo, abrácelo. También recuérdele lo importante que es su trabajo. Y si algún día un hijo suyo le dice que quiere ser virólogo cuando sea grande, apóyelo, que no está loco.
Tengo la firme creencia que el mundo necesita más virólogos, pero también más bacteriólogos, más químicos, más físicos, más científicos bien calificados y bien remunerados.
Virólogos del mundo, unámonos y alcemos la voz para que el mundo al fin entienda la utilidad de nuestra existencia.
Vanesa, PhD